3ª Etapa |
Día 18 Jueves
2ºC. en Osh
Abandonamos
Biskek con un recuerdo agradable ya que en casi todos los guest house nos han
tratado muy bien, sobre todo en Emir guest House de Jeti Ogud.
La
nota negativa se la lleva Sky
hotel que no cumple lo que anuncia en Booking y nos desvía a otro “hostel”
de muy mala categoría, en obras, con aseos impresentables y sin las mínimas
condiciones de higiene. Mal por Imran como responsable del Sky
International Hotel.
Quedamos con Abdaman, nuestro estudiante de medicina, para que
nos traslade al aeropuerto a las cinco de la mañana, sin embargo dice que nos
envía un amigo suyo que, al ver que no llega y por temor a perder el avión,
tenemos que pedir otro coche para ir al aeropuerto.
Biskek queda en el recuerdo como una ciudad todavía por
construir, de calles sin urbanizar y con recursos muy limitados si la
comparamos con nuestras ciudades europeas.
Después de los habituales controles sin sentido del aeropuerto,
A las 8 de la mañana volamos hacia Osh para seguir rumbo al Pamir.
Poco más de media hora y aterrizamos en la ciudad más antigua de
Kirguistan y la parada clave de la ruta de la seda.
Como parece que lo nuestro son los minibuses nos montamos en uno
cometiendo la imprudencia de no sentarnos delante. Cuando llegó la hora de
bajarnos fue imposible por lo atiborrado que estaba. Menos mal que fuimos
sentados todo el camino. Nos tocó coger otro minibús de vuelta y esta vez sí
pudimos bajar. Total por 10 dólares por persona, podemos recorrer toda la ciudad a todo confort
estilo Kirguistán.
El CBT de Osh es un buen centro de hospedaje muy apto para
estudiantes y gente no demasiado exigente. Es limpio y confortable. Cuesta 30
Com. Después de darnos una excelente ducha nos disponemos a visitar la ciudad.
Son las 18,30 cuando el muyaidin llama a la oración de la
mezquita cercana. Se trata de la mezquita más grande de Kirguistan que no
visitamos. Al lado, a ese sí que subimos, se encuentra el monte Thaki I Suleyman lugar de peregrinación
musulmán casi tan importante como La
Meca o Medina. Después bajamos al enorme bazar que demuestra la importancia de
Osh como lugar estratégico en la ruta de la seda.
La visita a la estatua de Lenin es obligada donde podemos
observar una típica boda que recuerda el estilo ruso conocido por sus excesos. Después
de comer en el Atabek, un restaurante a recomendar (por 4 euros cada uno,
comimos fenomenal), podemos ver como la policía está en plena discusión con los
invitados que parecen haberse pasado con el alcohol.
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