El bloguero gruñón en Rumania

 

 Llevábamos ya dos años a palo seco y sin comernos un mísero viaje. Así que ya iba siendo hora de que, sobre todo a estos dos les diese el perrenque y me sacasen de mi bonito hongo donde vivo.

Rumanía se presenta como un rico aperitivo antes del viaje largo a Turquía que tienen planeado para noviembre-diciembre.

Espero que todo salga bien y no tenga que enfadarme demasiado.

Hemos visitado el parque Bucegi y la verdad es que la niebla no nos ha dejado ver casi nada pero bueno había que subir en el teleférico y de la niebla no le puedo echar la culpa a nadie.

Hemos andado y andado en busca de Drácula pero nada. Que desilusión. Ni siquiera había ajos en las puertas de las casas. También hemos visitado un cementerio pero ni rastro de la tumba de Drácula.

Hay que ver lo tonto que era el Chauchescu ese. Mando destruir casi media ciudad para hacerse un edificio enorme para casi ni utilizarle.

Y como colofón los tordos de los aeropuertos siguen tan pejigueros como siempre. Se me había olvidado dejar en casa una navajita suiza.... pues me la han quitado en el aeropuerto.  Ni que fuera a secuestrar un avión con una navaja suiza.

En fin. en general un buen viaje