El Navegante, la logista y el cronista en el autobús. |
DÍA 12
Salimos de Bilbao a las 6,30 de la mañana. Después de un vuelo
sin problemas y de una escala de dos horas en Frankfurt llegamos a Almaty a eso de las 12,40 de la noche, hora
local, cuatro horas por delante de nuestro horario.
El taxista nos lleva
hasta el hotel distante 25 Km del aeropuerto. El precio der momento no es más
bajo que en Bilbao.
El Hostel amigo (Hab. 305) es un Hostel sencillo. La
recepcionista no sabe inglés y solo cobra en dinero kazajo (tengue kazajo). El
WC no tiene papel ni jabón y carece de decoración. Vamos que el convento de San Francisco no era tan austero. Por lo
menos está limpio y tiene ducha con agua caliente y gratis. Hay que reconocer
que por 18 euros la habitación triple por noche, tampoco puedes pedir
demasiado. Después de hacernos las camas con la ropa que nos suministra la
recepcionista, nos disponemos a reponer fuerzas para ver lo que nos depara el
destino en este remoto país.
Día 13
Las ocho de la mañana. Llaman a la puerta. ¿Pensabais que era el
desayuno?... Pues No. Es la policía para hacernos una foto al pasaporte, y van
tres desde que entramos al país. ¡¡Eso es Glamour!!
Almaty tiene algo más de un 1.200.000 habitantes y sus puntos
más interesantes se pueden descubrir paseando.
Andando, andando y con un
poco de metro, puedes llegar hasta el parque de Ivan Panfilov con el monumento al
general que retrasó con sus soldados el avance nazi en la 2ª guerra mundial. En
el mismo parque está la catedral de Zenkov totalmente de madera y cerca de allí
está el mercado bullicioso y lleno de olores agradables y de los otros, como
todos los mercados, pero con el aire asiático característico donde gente de
rasgos caucásicos, mongoles y muchos otros hacen la compra diaria.
Bilbao-Almaty |
Después nos llegamos andando hasta el teleférico que nos sube
hasta la colina Kok Tobe de 1110 metros desde donde se puede divisar toda la
ciudad y el pico Talgar de casi 5000 metros de altura.
Almaty es una ciudad moderna cuyo nombre significa padre de las
manzanas por ser, al parecer, el origen de esta fruta. La ciudad no es cara
aunque nos da la impresión que al turista le aumentan el precio en algunos
sitios. Por cierto, el metro es pequeño pero muy bonito y también a precio
popular (18 céntimos de Euro). También funciona el UBER por lo tanto no cometáis
el error de coger un taxi a no ser que queráis pagarlo a precio europeo.
FOTOS
Para las opiniones negativas visitar a mi alter ego El bloguero gruñón
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