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| MASAI MARA |
Después de largas jornadas de preparación y largos meses de espera, por fin
llegó el día.
La semana previa en Avilés bien cebados de cachopo y regados con buena
sidra sirvió de aperitivo para lo que deberán ser unas buenas vacaciones en un
continente del que solo habíamos catado Túnez y Egipto. Países que actualmente están
un poco revueltos.
Un avión de BrusselsArlines despega de Bilbao a las siete de la mañana con
destino Bruselas.
Gracias a las gestiones de nuestra nueva compañera, que se hizo esperar,
nos había reservado un vuelo con desayuno. Lujo solo al alcance de unos poco
elegidos.
Aterrizamos a las 8,45.
Sobre las 10, 30 despegamos hacia Nayrobi en un Airbus A 330 de la misma
compañía. No hay tiempo de empezar con el mus en esta escala, pero ganas no nos
faltan.
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